Gurí.

Cómo te hubiera rozado las manos. Cómo me hubiera dejado llevar por tu mirada y por la mía, que se escapaba a tus labios.
Me tenté, no voy a mentir. Fue una tarde maravillosa, ésta que pasé con vos.
Yo no sé nada, básicamente. Pero verte confundido, escuchar un "¿Nos vemos mañana? No, el viernes", cuando en ningún momento nos propusimos una tercera cita, fue demasiado obvio. Por lo menos para mi mentecita loca.
Cómo hubiera caminado un paso más, dos pasos más, mil pasos más. Cómo te hubiera llevado conmigo.

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