A la sombra de la Luna

Te veo un centímetro mas arriba que yo. Y no te veo. Sé que ahora podría besarte pero por algo no me sale, tengo que poder, tengo que querer, lo deseo. Y tengo una débil excusa, casi tan débil como yo. Porque cuando agregaste, en tono de pregunta pero yo sé que fue una aseveración, si estaba tentada, no pude responder y gritarte que sí, que amo tus labios pero que no podría tocarlos. ¿Perfectos? No lo creo, es más que nada por una sutil barrera por lo que me impido tenerte completamente. Y aunque me digas algunas cosas encantadoras, no podría, no me corrompería de tal forma, jamás.
No me sale a mí, solo a mí, eso de besarte, por que te tengo un centímetro más arriba y no puedo mirarte. Odio esos ojos de romántico que pones vos y que ponen todos. Odio tenerte así de al lado y no tocarte, y odio que me digas que vas a seguir intentándome aunque yo te diga que me dejes sola y te vayas, que necesito pensar porque mi cabeza mas que un torbellino es un quilombo. Y hoy cuando venía pensando en escribirte sí me salían las palabras.




A no confundir señores.