Ahora me tengo que cuidar porque me lee el Gurí.
Lindo, fundirme en tus brazos.

Le nacen cosas en el corazón, cosas que no puede reconocer. Se deja enamorisquear. Tiene un lunar en el tobillo.
Miranda mira el mundo sin ver. Rebosa felicidad, se entromete por los poros, y todo alrededor se llena de luces locas. Luces que rozan, lamen, se apoyan, escurren y revuelcan.
Miranda está bien. Por fin.

No hay comentarios: