Manzana con azúcar.

Yo creo que los hombres no sufren por amor.
Toda la vida tuve amigas tristes y amigas contentas de haberseseparado/queelseñornolesdierabola/etc. pero jamás un amigo se me acercó con problemas amoriles enfrascados en el alma. Un par de veces se quejaron, y son de esos rezongos de quien quiere llamar la atención, como cuando un nene viene diciendo que le duele acá y después lo ves jugar lo más tranquilo en un rincón.
Además un hombre suele llorar más porque está solo en general, no solo en particular de alguna señora.
Yo quiero saber si algún muchacho me sufrió a mi. Quiero saber si cada tanto se acuerda de mi estampa y le agarra un no-sé-qué en la panza como los que me agarran a la noche. Si algo fuerte evoca en ellos un leve dolor de muelas y piensan, como pienso yo: Hay que joderse.
¿Me extraña alguno de los señores, alguno de los ex? ¿Se vuelven y se revuelven locos en la cama el día, un año después, que nos conocimos? Yo sí, y no conozco hombres que sufran por amor. Sí conozco, pero me gusta ignorarlos como viles mutaciones de la especie humana.

En otro orden de cosas (o no, todos saben que yo sólo escribo y pienso en el mismo orden):
Estoy des-enamorada. Menamoro, como dije, pero en un segundo tiro todo al carajo y ya está, qué me importa si el tipo que tengo al lado es un pobre pibe al que le tuve que esquivar un beso de varias leguas pero me interesaría echarle el ojo a su amiguito rarísimo en casi todos los aspectos y que puede que no me caiga del todo bien, pero su lenguaje corporal me dice que yo sí le caigo bien, me tienta a seguir los pasos perfectamente estudiados por la naturaleza durante tantos siglos, pasos que esa mismísima naturaleza nos susurra casi en secreto, casi a los gritos.
Y no llegamos a tocarnos las manos pero yo sé que vos estás tan atento como yo a esa cercanía centimétrica celestial en el apoyabrazos del sillón. Lo sé porque mirás de reojo cada movimiento que hago y también puede que tengas extrema conciencia de las células que se acercan un poco más que las otras a mi piel llena de células que se estiran para alcanzar a tu piel.
Y las piernas apuntando al centro de interés que en este caso no era la película sino nosotros. Yo no fui del todo activa porque no se me cantó, ni del todo pasiva porque no podía aguantarme. Puto superego.

-¿Por qué no te conocí antes?
-Cada uno tiene sus neurosis.

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