Se bambolea, atrayente, como ninguna hiena sabe hacer. Puede llamarte sin llamarte, podés ir sin ir. Pero de una u otra forma, va a hincarte un diente hasta que te desangres, despacito despacito, y caigas en sus garras de persona, de diva, de asquerosa mujer.
Pero cuidado, en el reino animal hay otras especies peligrosas. Como yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario