El Diablo, que conoce mil lugares donde hay minas y algo como amor.

Es como apostar lo que no tengo, como creerlo pluma que me roza las manos cuando cae y me da tantas cosquillas que termino riéndome sentada en el suelo, agarrándome la barriga que se quiere escapar de mi ser. Riéndome más por felicidad que por otra cosa.
Es algo así como planear lo implaneable, decir lo indecible, saltar árboles caídos de tres metros y medio sin siquiera agitarse.
Y sí, será loco. Pero será.

No hay comentarios: