Shh

Me mantengo sentada frente a la única fuente de calor. Esto es tan acogedor como tú. Decidí guarecerme así por cuestiones prácticas, otros medios serían tan complicados que acabaría por cansarme. No prometo que eso por aquí no suceda, que quede claro. Pero al menos puedo estar tácitamente escondida, pegando grititos de auxilio largo tiempo, hasta que alguien venga a rescatarme de mi soledad y me lleve pataleando hasta la civilización. ¡Ah, los cosmopolitas! No entiendo su manía de juntarse en masa ruidosa y alegre. En cambio, prefiero la oscuridad, un libro, una pipa encendida, un vaso de ron. Mi cielo lo pinté de esa forma a fuerza de traiciones. Solitario y perfecto.

No hay comentarios: