Sorprendentemente V (o Títeres IV)

El títere largo, el títere petiso y el otro títere son muy diferentes entre sí, pero por algo los tres son títeres y están en el cajón.
René los sacó, firme, y los acostó al lado. Tras mirarlos largamente, sentenció:
-No los quiero más.
Así, de esta forma, desechó de un soplo a cualquier hada madrina que quisiera congraciarse con los muñecos. Los títeres son títeres y así está bien; René aprendió eso hace tiempo.
De todas formas, el otro títere, muñeco burlón, la desvela desde hace alguna noches, mientras algún otro le acaricia los pies.

No hay comentarios: