Lo más alto de la locura

Llevaba un vestido rojo ceñido a su cuerpo de niña. Se sentía extraña, sentada sola en ese salón. Minutos antes, un hombre alto y sombrío se le había acercado. Ella lo alejó con un gesto vago.
"¿Trabajar?", había dicho. "Ni loca". Y ahora se encontraba en ese salón, tan sola y, sin embargo, a gusto con su soledad.
Pasó varias horas allí sentada, acomodándose nerviosamente los pliegues de la falda. De pronto un chasquido la alertó. Y supo que ese era el hombre. Se levantó de un golpe de talón y caminó hasta él moviendo las caderas. Tenía que comprarlo con los primeros pasos.
Se sentía una ovejita bajo el bastón conductor del pastor. Se adelantó unos metros, con las manos detrás de la espalda porque, a pesar de tener que mostrar una imagen segura, el miedo la invadía terriblemente.
Saludó con un vaivén de cabeza y pasó a la habitación contigua.
-Tráteme con cuidado. Es mi primera vez.
-¿Tu primera noche?
-No, literalmente- Y cerró la puerta tras de sí.

6 comentarios:

Azahar dijo...

no se si me gusta nena, me da mucha cosita lo del cuerpo de niña, personalmente creo que le falta profundidad y ambas sabemos que vos sos una experta en eso.

Anónimo dijo...

a mí me gustó, auqnue también me dio una sensación rara lo del cuerpo de niña, jaja

Unknown dijo...

Buscando laburo? jaja, joda ya sabes, un comentario poco serio habia q poner che jaja

Unknown dijo...

Si queres un comentario serio debo decir q te estas poniendo mas retorcida querida.

Humo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Humo dijo...

Que tipo malcogido, eh, infeliz.