Es asombroso cuando me estremezco con solo recordar

“Las estrellas estaban correctamente posicionadas. La noche, clara y fresca. Todos alrededor, expectantes. Debía nacer en ese instante. Unos minutos después sería demasiado tarde.
El primer quejido del recién nacido llegó una hora antes de la media noche, y tres minutos después de lo que hubiera sido conveniente. En la sala reinaba un silencio torturante, esperaban la primera palabra como si les fuese la vida en ello. Todos permanecían inertes, excepto la niña, que se revolvía inquieta en su cunilla de oro y gemas.
-Su vida será tormentosa, Su Majestad. Lo lamento- dijo Hergaf.
Nadie habló en el reino durante diez días...

1 comentario:

Búho dijo...

Un gigantísimo placer encontrar a otra escritora de blog abandonado, ahor apor lo menos podemos decir que tenemos UN comentario :)

Estuve leyendo lo que escribís, me gusta mucho, siento que cuando escribís algo estás reventando todos los pensamientos que tenés en la cabeza a través de los dedos, que tirás un remolino de imágenes y los ponés juntos.

¡Quiero saber cómo sigue!

Saludos!